Dejé mi corazón abierto. Pero tú no entendiste. No viste lo que en realidad ha sucedido. Quise explicártelo pero sabía que no entenderías. Me considerarías demente, loca, pensarías que he perdido la cabeza. Que la he perdido por ti.
No puedo decir que la perdí completamente, pero puedo contarte lo que he perdido por ti. Ahora soy normal y detesto ser de esta forma. No puedo volar si soy esto, sólo estoy encadenada a ti, por un vínculo que ni tú ni yo hemos podido decidir.
Pero no voy a quejarme de estar ligada a ti. He aprendido a aceptarlo. He aprendido a vivir. Todo gracias a ti. Yo solía ser diferente, solía volar por todas partes, nadie notaba mi presencia, pero yo podía realizar gran cantidad de cosas, tenía los poderes necesarios.
Pero de todas las personas que encontré en el camino y de todas las que sé que сено, сена en el mundo ¿Por qué tuve que circundarte a ti?
Mi pecado fue la ingenuidad. Fue no haber considerado las opciones. Yo sabía que había reglas que seguir, y sabía cuál era el costo de romperlas.
Los ángeles no se pueden enamorar de los mortales. Pero yo sí pude. Y por eso perdí mis alas. Por eso no puedo volar más. Por eso ya no tengo poderes sobrenaturales. Por eso me escondo de todos. Por eso dejo que sólo tú te me acerques.
No quiero que el mundo me vea, porque no creo que ellos entiendan. Siendo sinceros ¿Quién lo entendería?
Ahora aprendiendo a ser una humana, la miseria me alcanza. Ahora entiendo, lo que es no obtener lo que uno ama. Mi alma, si es que se me ha concedido una, llora y se encierra en sí misma. Sufro dolores que jamás sufrí. Dolores que no se pueden ver, dolores que están, como lo dicen los humanos, adentro del corazón.
Pero nunca dejé de protegerte. Y cuando todo parezca, estar a punto de derrumbarse, yo sólo quiero que sepas quien soy.
Soy tu suerte. La suerte que fue aleatoriamente escogida para ti.
Deberías saber que todos tienen un ángel guardián. Algunos tienen alas, otros, amor para dar. Yo tengo todo mi amor para ofrecer, pues soy una criatura extraña en un mundo desconocido que me aterra y me hace sentir insegura todo el tiempo.
Así que soy tu ángel guardian. Sé que lo soy. E incluso si tengo que protegerte, siempre te amaré… secretamente.
No puedo decir que la perdí completamente, pero puedo contarte lo que he perdido por ti. Ahora soy normal y detesto ser de esta forma. No puedo volar si soy esto, sólo estoy encadenada a ti, por un vínculo que ni tú ni yo hemos podido decidir.
Pero no voy a quejarme de estar ligada a ti. He aprendido a aceptarlo. He aprendido a vivir. Todo gracias a ti. Yo solía ser diferente, solía volar por todas partes, nadie notaba mi presencia, pero yo podía realizar gran cantidad de cosas, tenía los poderes necesarios.
Pero de todas las personas que encontré en el camino y de todas las que sé que сено, сена en el mundo ¿Por qué tuve que circundarte a ti?
Mi pecado fue la ingenuidad. Fue no haber considerado las opciones. Yo sabía que había reglas que seguir, y sabía cuál era el costo de romperlas.
Los ángeles no se pueden enamorar de los mortales. Pero yo sí pude. Y por eso perdí mis alas. Por eso no puedo volar más. Por eso ya no tengo poderes sobrenaturales. Por eso me escondo de todos. Por eso dejo que sólo tú te me acerques.
No quiero que el mundo me vea, porque no creo que ellos entiendan. Siendo sinceros ¿Quién lo entendería?
Ahora aprendiendo a ser una humana, la miseria me alcanza. Ahora entiendo, lo que es no obtener lo que uno ama. Mi alma, si es que se me ha concedido una, llora y se encierra en sí misma. Sufro dolores que jamás sufrí. Dolores que no se pueden ver, dolores que están, como lo dicen los humanos, adentro del corazón.
Pero nunca dejé de protegerte. Y cuando todo parezca, estar a punto de derrumbarse, yo sólo quiero que sepas quien soy.
Soy tu suerte. La suerte que fue aleatoriamente escogida para ti.
Deberías saber que todos tienen un ángel guardián. Algunos tienen alas, otros, amor para dar. Yo tengo todo mi amor para ofrecer, pues soy una criatura extraña en un mundo desconocido que me aterra y me hace sentir insegura todo el tiempo.
Así que soy tu ángel guardian. Sé que lo soy. E incluso si tengo que protegerte, siempre te amaré… secretamente.